En la antigüedad los juguetes apelaban a las fuerzas físicas conocidas para hacer entretener un rato a las personas. Tal vez una esfera liviana y fácil de patear, no importa cual material fuese alcanzaba para entretener un buen rato a un grupo de jóvenes que ya había terminado con las tareas y las responsabilidades. El yoyo es sin dudas parte de este tipo de juguetes mecánicos que ofrecen una alternativa de juego distinto a lo moderno, ya que remiten a la habilidad y al control del elemento en un plano muy real.
El yoyo en muchas épocas se convirtió en un verdadero pasatiempo donde han surgido personas muy interesantes, con un dominio muy grande sobre las fuerzas que se dan en el juego. La oscilación del yoyo esta condicionada por el movimiento de su propia rotación, lo que permite enrollar y desenrollar el hilo que tiene anudado a su centro.
Existen muchas pruebas distintas que se puede realizar con el yoyo y muchas personas descubren año a año nuevas. Una de las más conocidas se hace haciendo girar el yoyo con el hilo extendido, o manteniendo el hilo extendido un tiempo y lograr recoger el yoyo con un solo movimiento. Es sin dudas muy divertido ver el efecto y también practicar el truco.
En las imágenes dejamos entonces distintos modelos de yoyo que nos parecieron vistosos.
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