El cuerpo humano es para nosotros muy especial, nosotros mismos nos vemos de formas muy distintas a pesar de que realmente no lo seamos, tal vez para el ojo de otra especie nos vemos realmente bastante parecidos, pero nuestra percepción es muy tendenciosa a reconocer los rostros, y ella es tal vez partidaria a que los seres humanos se entiendan sus rasgos físicos mucho mejor, como una forma de identificación más concreta. Notamos que entre las distintas razas la distinción de los rasgos individuales es mucho más dificil, que a una persona le es más fácil dentro de su misma sub-especie, un detalle acerca del funcionamiento cerebral anda más.

Entre los rasgos más claros de los rostros humanos la nariz y los ojos sean tal vez los más importantes. La nariz por su parte es completamente identificadora y no solo sirve para distinguir a un tipo de persona, sino que las distintas culturas del mundo extrañamente tienen narices distintas, esto es algo muy bello. No es la misma nariz la que tienen los árabes y los egipcios que los italianos y los americanos, la variedad es muy especial, más si tenemos en cuenta a los nórdicos, los orientales y los africanos. La belleza de las diferencias no tiene comparación, hace al mundo mucho más interesante y rico.

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