El retrato es el arte de capturar una persona en una imagen. Pero no cualquier parte de la persona, es el arte de capturar principalmente su rostro. En una primera etapa de la historia los retratos solo se podían conseguir a través de la pintura y del dibujo. Grandes artistas eran contratados por su reputación, sabiendo que solo ellos podían conseguir su mejor retrato y que su mano estaba la posibilidad de dejar nuestra presencia asentada eternamente. Los reyes y la nobleza era muy adicta a los retratos.
Después en el tiempo, con el avance de la química y la tecnología, los retratos pasaron a ser una cuestión de las cámaras y de las cintas de fósforo. Los retratos pasaron a ser un tema de las fotografías, aunque la pintura jamás perdió su estilo. Pero las fotografías tienden a tener también un estilo artístico y es posible plasmar mucho más que la imagen en ellas, por lo que los retratos, al igual que en las pinturas, siguieron teniendo símbolos y cosas que representaban la personalidad de la persona.
Seguramente, con los nuevos avances, el rostro humano seguirá teniendo impronta en las nuevas técnicas, y veremos la cara de las personas en otros tipos de formatos y formas en un futuro.
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