En la vida muchas veces estamos todo el tiempo haciendo cosas y podemos entrar en un ritmo vertiginoso que puede tenernos completamente atentos en cosas que se mantienen en el mundo externo y que poco tiempo nos dejan para pensar realmente lo que necesitamos y queremos, estas ocupaciones van a comenzar a provocarnos estrés y de repente nos invadirá una suerte de sensación de incertidumbre.
Por eso es que queremos hablar de ese momento tan preciado para la reflexión, es un momento en que todo debe detenerse, incluso hasta la televisión, tiempo de sentarse y pensar acerca de todas esas cosas que están ocurriendo y por supuesto, de toda esas cosas que quieren ocurrir. No necesariamente tiene que ser todos los días, con un mínimo de una vez a la semana alcanza para sentir que hemos tocado la brújula y que el camino por delante esta un poco más orientado que el que damos a pasos rápidos con actividades por todas partes.
Seguramente una vez que pongas en practica esto vas a notar un bienestar a pesar de que todavía te veas obligado a dar pasos hacia los costados. Pero realmente tratar de entender aquello que necesitamos entender es un trabajo, un esfuerzo muy fructífero, se nota inmediatamente este tipo de iniciativas.
En las siguientes imágenes dejamos una serie de reflexiones diarias que apuntan a distintos objetivo puede que te sientas identificado con alguno de ellos.
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