Los postres son una comida muy particular, porque es generalmente el plato dulce que se suma a la mesa y que se acostumbra comer una vez finalizada propiamente el plato principal. Porque al ser dulce, y en esencia, no es siempre la fuente de proteínas y vitaminas sino es un placer que nos damos después de comer y compartimos en la mesa.
Es muy probable que los postres elaborados hayan sido primeramente agasajo para los grandes reyes de la antigüedad, mientras que las familias comunes hayan aprovechado como postres frutas y pasteles o comidas menos elaboradas. Los postres en el banquete del rey simbolizaban importancia, la comida del rey debía ser la mejor y más a’un si en su mesa había invitados extranjeros. Estos debían comprender las posibilidades del rey a través de su mesa, es por eso que los antiguos gobernantes siempre tenían un chef que organizara todo de la mejor manera.
Ya en la Roma de los grandes emperadores, aparecían algunos platos elaborados y postres de frutas con otros manjares dulces. Pero solo en la Francia del 1300, y a partir de allí, es que comienzan a aparecer los verdaderos postres, los que conocemos ahora, completamente elaborados y con detalles en chocolate, cremas, y mouse de frutas. También los pasteles y las tortas.
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