Las sorpresas son siempre divertidas. Ya cuando nos encontramos en la acción de estar elaborando el plan para sorprender a alguien nos emocionamos y vemos como la energía surge para terminar la idea y dejar todo listo. Incluso cuando somos nosotros mismos somos quienes recibimos la sorpresa, todas las facetas de ella son de alegría. Por supuesto estamos hablando de las buenas sorpresas, de un encuentro, de un regalo, de una llamada, de una oportunidad.

Si existe un juguete que es sinónimo de sorpresa este sin dudas es el oso de peluche. Siempre que se regala uno de estos es en motivo de sorpresa, se llega con el oso en brazos, o se lo esconde en algún lado de la casa. Sea este para una pareja, para un niño, para una madre o para una abuela. El oso siempre es bien recibido y es una sorpresa que sonroja a todos.

Los osos gigantes son incluso muy divertidos también. Las personas suelen sacarse fotos con ellos en todo tipo de situaciones ya que el tamaño real parece que es un compañero del colegio más que un juguete. Así nos encontramos con una serie de imágenes muy divertidas donde vemos a los osos de peluche viviendo la vida real de una persona, bajándose del automóvil o queriendo descansar en el sillón del hogar.