Dicen que una de los excesos más permitidos es el de ser agradecido y que mejor actitud para el alma que ser una agradecido con Dios y con la vida.

Ser agradecido a dios no significa hacer todo lo que me mande el cura o pastor sin cuestionamiento y dejando a otros controlar mi vida y uno mismo manteniéndose ajeno a vivir. Significa otra cosa, significa realmente sentir el sabor a los momentos, significa valorar lo que tenemos y aprender que la felicidad se esconde tras una verdadera sonrisa, significa quererse y querer a los demás, significa entender que lo humano también tiene sentido, significa muchas cosas.

En un mundo donde nos pintamos y nos doblamos solo para salir bellos en una fotografía, donde importa más el color de una remera que el gesto para con el que me cruzo en la calle, en un mundo donde somos miles y apenas nos podemos mirar cuando nos cruzamos. Ser agradecidos a Dios por lo que somos y fuimos es una virtud que trae más riqueza que mucho más de todo lo que soñamos.

Las imágenes que armamos contienen frases que pueden ser muy útiles para seguir pensado esto por el mismo camino.