¿Has imaginado alguna vez tener un despertador tan bonito y disponible en tantos colores y especies que no podrías clasificarlos?
Bueno, amigo mío, los gallos, esos dulces despertadores de cada mañana en pequeñas y alejadas zonas rurales, son retratados con la grandeza con la que visten los innumerables colores, sus posturas y su imagen de “aquí estoy yo, déjenme lugar”.
Podemos encontrar las fotografías más bellas de gallos, como por ejemplo, alguna en que un ejemplar de gallo de riñas haga uso y abuso de su superioridad, mostrando sus plumas desplegadas de colores. O las hay en que los gallos se plantan con toda la gama de colores, proyectando todo su esplendor en medio de las granjas.
Por supuesto, también hay imágenes de gallos que tristemente nos muestran riñas con estas aves, siendo avivadas por los seres humanos, que nunca sabrán el dolor que causan los picotazos de un gallo a otro. Testigos pasivos y cómplices de una horrible tradición que debería abolirse, sin dudas, por el bien de los gallos…
No podemos dejar de nombrar la fotografía bien trucada de un granjero sosteniendo un gallo de casi su misma estatura ¡La creatividad no tiene límites en la era tecnológica!
Los primeros que vemos en las imágenes son de pluma color cobre, bronce con negro y claros azulados y rojizos. Con cresta de picos, típico gallo de riña. Una especie considerada muy pura por aquellos que son expertos. Sobre el final hay una imagen trucada con un granjero y un gallo gigante casi del mismo tamaño que la persona, se nota la edición pero no deja de ser una imagen interesante.
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