Tan intenso y vivo es el amor, como el desamor. Siempre se suele decir que del amor al odio hay un solo paso, por lo que pensamos igual. Realmente en la vida, no solo en el amor, lo mismo que puede ser tu tesoro más preciado, aquello que vale la pena, a partir de una sola situación se puede transformar en la pena más grande. Esto ocurre sencillamente porque todo siempre tiene sus dos costados, lo bueno tiene una sombra, pero también es real que lo que somos esclavos de nuestras pasiones estamos ligado a la influencia de las situaciones que vivimos en ellas. Como un deportista que ama lo que hace pero que no puede vencer, porque le ha tocado ser el segundo mejor del mundo, su vida estará llena de éxitos y felices momentos, pero esta ligado a este destino.

En el amor, y en el desamor, los sucesos muchas veces ocurren de esta misma manera. A pesar de la belleza que vivimos, por la misma esencia de las cosas este está destinado a fracasar, no caben dudas de que ello ocurre, no es que exista un destino, porque siempre se puede cambiar para ser mejor, pero vale la pena realmente, no sentiríamos bien teniendo que ser una persona diferente para dar vida a un amor que ya nos rechazo.

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