El cuerpo humano es para nosotros mismo un templo de culto, no solo por la salud o la belleza estética, sino por todas las actividades que hacemos realmente, sea un deporte, sea la posición que toma este cuando se esta tocando una guitarra, todas las imágenes que tenemos en nuestra mente del cuerpo son porque no han despertado su interés.
Durante siempre los grandes artistas se han acomplejado por ver cual era la mejor técnica para retratar el cuerpo humano, siempre las distintas corrientes y estilos se identifican por como el artista trabajo el cuerpo humano entre otras cosas, así tenemos el realismo del renacimiento, donde personajes como Leonardo Da Vinci exploraban los distintos tonos de la misma pintura para alcanzar el detalle al máximo, o el cubismo de Pablo Picasso que con dos formas realmente lograba una impresión acerca de lo que era por ejemplo alguien tocando con mucho entusiasmo un violín.
Las figuras humanas realmente han sido siempre un motivo de compresión y seguro uno de los lugares donde más se ha explotado el poder del cuerpo ha sido el espectáculo circense. Este es sin dudas una de las formas más especiales de proponer los movientos del cuerpo entre acróbatas, contorsionistas y todo tipo de disciplinas.
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