La educación es una de las principales actitudes que tenemos que tener para con la vida, esta es la diferencia real de todo lo que nos puede salir bien a todo lo que nos puede salir mal. Incluso se nota claramente en disciplinas que parecen no tener relación con la educación la diferencia entre los deportistas por ejemplo que la tienen y los que no. Estos últimos pueden ser realmente habilidosos pero ajenos la pensamiento estratégicos y a un panorama más amplio no sirven realmente para nada. Por otro lado el deportista más limitado respecto de habilidades puede obtener un plus a partir de la educación y el pensamiento estratégico. Hay incontables ejemplos de esto en la historia mundial del deporte por ejemplo.

Para ser realmente educado como corresponde no necesariamente se tiene que ser un sabelotodo en clases, basta con ser respetuoso y mientras se pueda prestar atención. También con una gama variada de actividades en el hogar se pueden conseguir todos los conocimientos con facilidad. Es decir, interesando al niño desde lugar de padres en temas como la lectura de poesías, juegos de memoria, las cuentas y los pagos relacionados con el hogar o el comercio, música interesante, una hora dedicada a dibujar con el lápiz.

Los cuadernos y la educación son la diferencia real entre las buenas personas que se lanzan al mundo para tomar un mordisco de él y los que son devorados como tragados por la tierra.