La historia del automóvil es sin dudas muy larga e interesante. La misma comienza con las maquinas de vapor y la intención de incorporar ese mecanismo a todos los elementos de la vida para automatizarlo. Por supuesto el mejor resultado fue la locomotora a vapor, que recorría los territorios con mucha fuerza y a gran velocidad. Pero ya en esa época, distintos innovadores trataban de implementar la maquina de vapor en un carro personal, buscando reemplazar con ella los caballos de los carruajes. Con la aparición y el desarrollo del motor químico de combustión interna, las cosas cambiaron rotundamente.

Pero no es hasta que llega toda esta tecnología a Estados Unidos, que el salto industrial y coorporativo se da. Cuando todos pensaban que los automóviles eran simplemente una moda pasajera, muchos grandes emprendedores americanos apostaron sus grandes fortunas al desarrollo constante de los carros. Alcanzando éxito, no solo maquinas increíblemente eficientes, sino cada vez más consumo, gracias a la posibilidad de producirlos en serie.

Es en esta época hermosa de la historia que aparece la marca Cadillac, un marca única que desde aquella época dorada del desarrollo todavía hoy se mantiene vigente y más aún, siendo una marca de culto cuyos productos despiertan el interés de cualquier invitado.

En esta oportunidad dejamos una serie de imágenes respecto de uno de los modelos más actuales de la mítica marca.