Existen muchas cosas de la infancia que nos hacen querer volver a ella. Este momento de la vida hace que muchas cosas se trasformen en especiales para nosotros, porque se vive en una ensueño de perfecta armonía con el exterior y con todos los que nos rodean, por supuesto la vida de las personas siempre es muy singular, pero es cierto también que existe la iniciativa por parte de muchos padres de tener a sus hijos durante el transcurso de su infancia en una especia de pedestal, para que disfruten y vivan felices.
Una de estas cosas de la infancia que nos hacen querer volver a ella, aunque se las haya vivido o no, son los brincolines. Si eran mayor y no conociste los bricolines en tu infancia pero tienes hijos, ahijados o un sobrino, te darás cuenta inmediatamente que son uno de los atractivos más interesantes de los juegos que disponen los niños hoy en día. A cualquier adulto que le dieran la posibilidad de ingresar a un brincolin seguramente no desperdiciarían la oportunidad de hacerlo, puede que muchos no se monten por verguenza pero en el fondo bien sabrán que se morían de ganas de saltar adentro.
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