Los automóviles europeos tienen todos una característica muy singular, no importa la nacionalidad realmente, solo que pertenezcan al continente. Mucha del gran empuje que tienen las distintas marcas se debe al periodo industrial desarrollado durante la Segunda Guerra Mundial. Todas las grandes industrias metalúrgicas desarrolladas en este periodo una vez finalizada la guerra que nada tiene que ver con las marcas aprovecharon a los emprendedores automovilísticos para continuar produciendo su materia. En este sentido, la misma industria metalúrgica apoyo el expansionismo de las marcas de vehículos.
Basta con apreciar los increíbles carros de Alfa Romeo, para entender un poco más esta idea. Carros pesados, de carrocería gruesa, de ruedas resistentes. Bien propio de un país como Inglaterra con amplio margen de recursos metalúrgicos y una industria enorme detrás que respalda todo esto a muy bajo precio.
El modelo Giulietta es una de las principales improntas que Alfa Romeo tiene para su mercado selecto de consumidores que a pesar de ser pequeño tiene el suficiente poder adquisitiva para darse el lujo de adquirir estas verdaderas joyas del mundo del automóvil. Se suele decir que conducir uno de estos vehículos es una experiencia unica en la vida y quién comprende un poco del tema puede distinguir fácilmente aquellos detalles de su andar que lo hacen un verdadero lujo y algo tan especial.
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