El amor es realmente uno de los estados más sublimes que puede vivir una persona en su vida. El amor es realmente una fuerza maravillosa que excede la vida humana en alto rango y que se relaciona intrínsecamente con las fuerzas de la creación y de la destrucción del cosmos. Nos gusta percibir y sentir siempre el mejor lado del amor, pero como todas las energías, esta también tiene su polo negativo. El huracán de emociones que se vive en el amor es siempre rotundamente intenso, y a partir de estas cosas aprendemos experiencias muy fuertes, muchas veces no las recordamos conscientemente, pero estas experiencias son tan fuertes que sus huellas nos forman maneras de ser y gustos en lo más sincero de nuestra personalidad.

Para con el amor no demos imponer nuestra manera de ser, pero también tenemos que encontrar una dinámica, no podemos ser siempre los que cedemos, a veces cuando las cosas no cierran simplemente hay que buscar algo mejor. Lo cierto es que las principales armas en el amor son siempre los detalles y la sorpresa, cuando a partir de estas cosas hacemos sentir bien a los demás, no quedan dudas de que estamos por el camino correcto.

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